Ogum, hijo de Oduduma y Oxala, era un guerrero que siempre obtenía victorias para el reino de su padre. Era amante de la libertad y también de las aventuras amorosas. Así fue como tuvo con Oja un hijo llamado Oxosse. También amo a Oia, Oxum y Oba, que eran las mujeres de su peor enemigo: Xango.
Ogum siguió luchando para honrar a su padre hasta que tomo para si la corona de Ire, una región que en esa época estaba compuesta por diferentes aldeas. Fue entonces cuando Ogum comenzó a ser conocido como Onire, que significa rey de Ire. También se lo llama Ogun Acoro, porque, a diferencia de los demás orixas, Ogum usaba una corona sin franjas - llamada acoro- que le permitía mostrar la cara.
Una vez Ogum regresaba a su reino después de una larga travesía. En ese momento, el hijo de Ogum junto con los sabios, celebraban un ritual sagrado que era una ceremonia en la cual se exigía a los habitantes guardar total silencio, ni siquiera podían mirarse unos a otros. Así fue como Ogum, ignorando esta celebración, pensó que su pueblo no lo reconocía. El esperaba una gran recepción por la victoria obtenida pero se desesperó porque sus súbditos lo trataban como a un desconocido. Ogum sentía sed y hambre, pero nadie lo atendía.
Humillado y enfurecido, Ogum destruyo todo a su alrededor, matando a todos sus súbditos con su propia espada. Después de la masacre, se lavó con sangre y finalmente se sintió vengado.
Cuando la ceremonia llego a su fin, su hijo y los sabios se acercaron a él para rendirle homenaje. Saciaron su sed y su hambre y vistieron a Ogum con las mejores ropas, cantando y danzando en su honor. Al darse cuenta de que todo había sido por una ceremonia, Ogum comprendió cuanto se había equivocado. Su tormento por haber matado a su gente era tan grande que no pudo encontrar consuelo. Entonces Ogum volvió a desenfundar su espada y golpeo la tierra para que ella hiciera justicia. En cuestión de segundos, la tierra se abrió y el atormentado guerrero fue tragado por ella.
Oxala, el poderoso y misericordioso padre, miro la injusticia que su hijo había causado. Pero también miro el dolor y el arrepentimiento de Ogum, quien desesperado clamo justicia, rechazando los honores y la impunidad en su condición de rey. Así fue como Oxala se compadeció de su querido hijo y comprendiendo su error lo convirtió en Orixa.
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HIMNO DE LA UMBANDA
REFLEJÓ LA LUZ DIVINA
EN TODO SU RESPLANDOR
VIENE DEL REINO DE OXALÁ
DONDE HAY PAZ Y AMOR
LUZ QUE BRILLA EN LA TIERRA
LUZ QUE BRILLA ALLÁ EN EL MAR
LUZ QUE VIENE DESDE ALLÁ
PARA TODO ILUMINAR
UMBANDA, ES PAZ Y AMOR
UN MUNDO LLENO DE LUZ
ES FUERZA QUE NOS DA VIDA
Y A LA GRANDEZA NOS CONDUCE
ADELANTE HIJOS DE FE
COMO NUESTRA LEY NO HAY
LLEVANDO, AL MUNDO ENTERO
LA BANDERA DE OXALÁ.